Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente.
[19:17]
Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Le enviamos Nuestro Espíritu y éste se le presentó como un mortal acabado.
[19:18]
Dijo ella: «Me refugio de ti en el Compasivo. Si es que temes a Alá...»
[19:19]
Dijo él: «Yo soy sólo el enviado de tu Señor para regalarte un muchacho puro».
[19:20]
Dijo ella: «¿Cómo puedo tener un muchacho si no me ha tocado mortal, ni soy una ramera?»
[19:21]
«Así será», dijo. «Tu Señor dice: 'Es cosa fácil para Mí. Para hacer de él signo para la gente y muestra de Nuestra misericordia'. Es cosa decidida».
[19:22]
Quedó embarazada con él y se retiró con él a un lugar alejado.
[19:23]
Entonces los dolores de parto la empujaron hacia el tronco de la palmera. Dijo: «¡Ojalá hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo...!»
[19:24]
Entonces, de sus pies, le llamó: «¡No estés triste! Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyuelo.
[19:25]
¡Sacude hacia ti el tronco de la palmera y ésta hará caer sobre ti dátiles frescos, maduros!
[19:26]
¡Come, pues, bebe y alégrate! Y, si ves a algún mortal, di: 'He hecho voto de silencio al Compasivo. No voy a hablar, pues, hoy con nadie'»
[19:27]
Y vino con él a los suyos, llevándolo. Dijeron: «¡María! ¡Has hecho algo inaudito!
[19:28]
¡Hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malo, ni tu madre una ramera».
[19:29]
Entonces ella se lo indicó. Dijeron: «¿Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño?»
[19:30]
Dijo él: «Soy el siervo de Alá. Él me ha dado la Escritura y ha hecho de mí un profeta.
[19:31]
Me ha bendecido dondequiera que me encuentre y me ha ordenado la azalá y el azaque mientras viva,
[19:32]
y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho violento, desgraciado.
[19:33]
La paz sobre mí el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida».
[19:34]
Tal es Jesús hijo de María, para decir la Verdad, de la que ellos dudan.
[19:35]
Es impropio de Alá adoptar un hijo. ¡Gloria a Él! Cuando decide algo, le dice tan sólo: «¡Sé!» y se.
[19:36]
Y: «Alá es mi Señor y Señor vuestro. ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta».
[19:37]
Pero los grupos discreparon unos de otros. ¡Ay de los que no hayan creído, porque presenciarán un día terrible!
[19:38]
¡Qué bien oirán y verán el día que vengan a Nosotros! Pero los impíos están hoy, evidentemente, extraviados.
[19:39]
¡Prevénles contra el día de la Lamentación, cuando se decida la cosa! Y ellos, entre tanto, están despreocupados y no creen.
[19:40]
Nosotros heredaremos la tierra y a sus habitantes. Y a Nosotros serán devueltos.
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